13 de mayo de 2017

La educación en 2030

Actualizando a Assimov
La última pregunta se formuló por primera vez en 2043, antes de que la última lámina de grafeno se volatilizara en las manos de Iksen, “¿qué es el conocimiento?”. La humanidad había confinado los pilares de la “cultura innovadora” sobre estas finas láminas que desprendían pequeños puntos de luz, cegando el discernimiento del saber.
Era 2036. Iksen y Yuri eran asistentes asiduos en la Facultad de Programación Neurolingüística de la universidad de Alicante. Como estudiantes, habían naturalizado el proceso de adquisición de conocimiento a través de unas láminas de grafeno. La inmensa cantidad de información que éstas podían albergar se contenía en finos haces de luz. Nada dentro de lo humano era capaz de retener tanta información. Los constantes ataques contra el aprendizaje memorístico en los últimos veinte años, les había dado la opción de participar el en proyecto MAE, ‘Memoria Artificial Enriquecida’. Su función dentro del plan era diseñar un proceso de autoajuste y autocorrección instantánea de la información contenida en aquellos puntos lumínicos.
En mayo del 2038 se produjo la celebración del esperado proyecto. Por fin la humanidad poseía un sistema de almacenaje inteligente que se ejecutaba a la velocidad de la luz. Se había reunido a profesionales de todas las áreas de conocimiento para ser testigos del mayor hito tecnológico del momento: médicos, físicos, matemáticos, informáticos, ingenieros, historiadores… En medio de aquella algarabía Iksen observó que su amigo Yuri tenía la mirada perdida.
-                  -  Parece mentira que al fin lo hayamos logrado ¿verdad? , ¿En qué estás pensando? ¿Yuri?
-                 -  Perdona… estaba cuestionándome sobre la dirección que estamos tomando.
-                 - ¿A qué te refieres?
-               -  Durante años el ser humano ha construido conocimiento a partir de su reflexión, de la combinación     de saberes que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida. Podemos nombrar a personajes ilustres de       cualquier nacionalidad como máximo exponente de este hecho, pero… ¿qué pasa con el resto? Una     persona se puede definir por muchas cosas, pero… en mi opinión, especialmente se define por lo        que piensa. “Pensar”… como diría un profesor de la antigua facultad de Letras y Filosofía: “pensar”     viene del latín PENSARE, que significa ‘pesar’ ‘calcular’. De ahí deducimos que “pensar” es el         resultado de poner en la balanza memoria y adquisición, pero ¿cómo pensarán ahora los alumnos si      tienen un soporte que lo haga por ellos?
   La pregunta no era gratuita. Durante muchos años se había especulado con el aprendizaje de los alumnos por lo que la tecnología se había convertido en un negocio muy rentable.
-            -  Bueno… ya sabes… “dale un pez al hombre y comerá hoy. Enséñale pescar y comerá todos los días”- dijo Iksen con una leve sonrisa.
-         -  Espero que no nos hayamos equivocado de caña – contestó Yuri observando la multitud que se apiñaba alrededor de decano de la universidad.
El MAE X38 se puso en funcionamiento en todos los centros educativos del país. El resultado no se hizo esperar. Los proyectos educativos eran cada vez más creativos, los alumnos estaban totalmente implicados y los docentes se habían convertido en “marcadores de páginas”, por lo que su trabajo se había visto simplificado a la creación de proyectos cooperativos. Toda la información del universo se hallaba en una lámina de no más de 0,5 milímetros de grosor.
Hacía un día espléndido en el parque de Lo Torrent en San Vicente del Raspeig. Una mariposa amarilla se posó sobre una fina hoja verde. Lilian no pudo contener las ganas de querer atraparla, pero cuando se acercó a ella con la impulsividad propia de los infantes, la mariposa batió sus alas en busca de un lugar más apacible.
-           -  ¡Se me ha escapado! ¿Cómo puede ser que sea más rápida que yo? – dijo la pequeña con cara resignada.
-              -  Ay, pequeña Lili… hay muchas cosas que son más veloces que el ser humano. Los insectos son unas de ellas – dijo su madre con ternura.
-                    -  ¿Sí? Pero… ¡yo corro más rápido que una mariposa! – dijo la niña de forma vehemente.
-                   - No se trata de lo rápido que vayas, cariño, sino del camino que recorras en ese tiempo ¿entiendes?

Iksen levantó la mirada de su dispositivo móvil para reflexionar sobre lo que acababa de escuchar. “Tal vez la tecnología vaya más rápido que nosotros. ¿Y si Yuri tiene razón?”


Eran las 7:30 de la mañana, Iksen se dispuso a visualizar las noticias en proyector holográfico.
El ciberataque informático “Wannadie” se extiende a nivel mundial. Lo que en un principio parecía una amenaza local en España se ha convertido en un ciberataque a nivel mundial que se ha extendido por el sistema de salud de Reino Unido y que ha afectado en distintos niveles a EEUU, Canadá, Rusia, China, Italia o Taiwan. El ataque ha aprovechado una brecha de seguridad de la que Microsoft había alertado el 14 de marzo…
Iksen salió corriendo para la facultad. Su Camarudo se hallaba en el taller, así que buscó a través de su dispositivo móvil la forma de conseguir un taxi. Pero cuando intentó acceder a través de la lámina de grafeno al servidor principal, esta desintegró en sus manos. “¡No puede ser! El virus informático afecta también a la materia orgánica.” En ese momento Iksen sintió que se les había escapado su mariposa amarilla.
Corrió hacia la Universidad. Cuando llegó allí, encontró a Yuri y otros ingenieros discutiendo acaloradamente sobre lo que estaba pasando. El decano apareció con un semblante airado.
-        -   ¿Qué demonios significa esto? ¿No se supone que nuestro sistema era seguro e infalible? – parecía que los ojos se le saltaban de sus cuencas.
-         -  Usted conocía perfectamente los riesgos de contener un soporte de estas magnitudes, Ludov – dijo Blay, el técnico superior en electrónica.
-          - Hemos querido defender un castillo con tirachinas. ¿Qué harán ahora nuestros alumnos que no tienen ninguna fuente de información? – dijo Yuri.
-          - Usted siempre pensando en los alumnos, señor Cassen – dijo el decano. Esto va a costar mucho dinero a la Universidad y un desprestigio en la comunidad científica. ¡Los alumnos, que se apañen!
Yuri se abalanzó sobre el decano con la intención de pegarle, pero en ese mismo momento Iksen le cogió el brazo. “No lo hagas, Yuri. Intentemos reparar el daño por nuestros alumnos. Por ellos intervinimos en el proyecto”.
Iksen y Yuri se alejaron de la masa de quejas y gritos desesperados.
El proyecto MAE X38 tuvo una vida de 7 años en la Educación. A pesar de las constantes revisiones y ajustes del sistema, no se lograba nunca alcanzar un nivel aceptable de seguridad.
Era una mañana de 9 de mayo de 2043. Iksen se hallaba dando clase en la Facultad de Programación Neuroligüística:
-          “Cuando la tecnología supera al hombre, sucede lo mismo que si naufragásemos en mitad del océano. ¿Quién puede controlar la marea? Intentamos diseñar dispositivos cada vez más precisos a la hora de ofrecernos la información que requerimos, pero ¿dónde queda nuestra memoria en todo esto? ¿En qué nos convertimos? ¿Quiénes o qué pasamos a ser?”

Era la hora de salir. Iksen sacó una lámina de grafeno y la mostró a los alumnos. En ese momento lanzó la última pregunta: “¿Qué es el conocimiento?”. La lámina se volatilizó en sus manos.





  

No hay comentarios:

Publicar un comentario